HISTORIA DE LA COLOMBICULTURA EN MURCIA

Hablar de los orígenes de la colombicultura nos lleva a remontarnos hasta los tiempos de la invasión y la dominación árabes, pues se supone que fueron los árabes quienes introdujeron en la Península la afición al vuelo de palomos. Dado lo vasto del territorio que ocuparon, es de suponer que esta afición no se estableció en un solo punto, sino que se extendió por diversos lugares de nuestra geografía, y principalmente por la zona de levante (actuales comunidades de Valencia y Murcia)

Una vez terminada la dominación árabe, la afición a los palomos persiste con el mismo entusiasmo, y prueba de ello es el hecho de que en el Repartimento de la Ciudad, realizado entre 1268 y 1273 por Alfonso X el Sabio, que acababa de conquistar Murcia, se cita la gran cantidad de palomares existentes, supuesta herencia de los musulmanes expulsados o huidos.

Posteriormente, durante los siglos XIV y XV, los regidores de Murcia cedieron para palomares los torreones de la antigua muralla que circundaba la ciudad y que con el crecimiento de ésta había perdido su función defensiva. El documento histórico más importante que se conserva de la época es la Carta de los Reyes Católicos a la Ciudad de Murcia, datado en Valladolid el 22 de diciembre de 1488, en el que dan órdenes a sus Justicias para la protección de los palomos y de los 97 palomares existentes en las torres de la ciudad; además, la ley multaba con 60 maravedíes a quien matase una paloma ajena y castigaba a los propietarios de las que causaran daños en los sembrados y mieses.

Con el transcurso del tiempo, la afición a los palomos adquiere mayor importancia, y en 1773 se crea en la ciudad de Murcia una sociedad, la primera de la que se tiene noticia, perfectamente organizada y dedicada a la «diversión» de palomos; más tarde, en 1774, el Consejo de Castilla y la Cancillería de Granada dan el consentimiento y ratifican su creación.

Pero no siempre el Consejo de Castilla estuvo favorablemente predispuesto con los «colombicultores» murcianos, pues en otra ocasión les negó la aprobación de su Reglamento, permitiendo, sin embargo, la práctica de los colombicultores siempre que no causasen perjuicios o desordenes. La afición al vuelo de palomos había llegado al punto de que la abundancia de palomos y palomares ponía en peligro sembrados y mieses, y el rey Carlos III se vio obligado a dictar, con fecha 16 de septiembre de 1784, una Pragmática Sanción ordenando a los propietarios de los palomares a cerrarlos y poner redes entre junio y noviembre.

En el año 1839 se constituye la Sociedad «para la suelta y embreo de palomos laudinos entendidos por colgueros», cuyos estatutos son aprobados por la Junta General con fecha 4 de octubre.

En 1860 se reorganiza la Sociedad, esta vez con el nombre de «Círculo Palomístico de Murcia», y se edita un reglamento basado en otro redactado en 1839. En este reglamento se fija con detalle los deberes y derechos de los socios, los directivos y la Junta Directiva y se establece la división de la ciudad en tres distritos para que se pueda celebrar, simultáneamente, lo que hoy llamaríamos tres «sueltas».

En 1890, ciento diecisiete años después de establecerse en Murcia la primera sociedad de palomos, se establece en Valencia la llamada «Sociedad Colombófila Valenciana». No fue sin embargo hasta 1914 cuando apareció la primera sociedad valenciana dedicada a la paloma buchona, que estuvo ubicada en la Calle del Empedrado y luego en la Calle Cerrajeros de la capital del Turia. La elaboración por parte de esta Sociedad del Reglamento de palomos buchones y la posterior firma del mismo por el gobernador interino, don Félix Peiró, el 22 de agosto de 1925, dio lugar a la aparición de la Federación Valenciana, que nació bajo la tutela de la Federación Regional Colombófila Valenciana, al amparo de la cual se fundaron numerosas sociedades en todo el Levante español.

A partir de esta fecha los gobiernos civiles protegieron la paloma buchona en un periodo en que al crecimiento de la afición sucedió una fase de anarquía, con un frecuente mal uso del palomo colguero por muchos practicantes y clandestinos de la colombicultura. Esto, unido a la preeminencia de la paloma mensajera, que interesaba al ejército para sus transmisiones, llevó al Ministerio de la Guerra a dictar un decreto, con fecha 29 de diciembre de 1922, por el que se establecía la prohibición y exterminio de las palomas llamadas buchonas (antecedente inmediato de la hoy llamada «paloma deportiva», a la que se ha llegado mediante cruces de diversas razas de buchonas con mensajeras y otras razas silvestres).

Los aficionados a la colombicultura, tanto en todo el Levante como en Barcelona, no aceptaron de buen grado esta medida y sus dirigentes lucharon hasta conseguir la derogación de tan demoledor decreto. Así consiguieron que en el Consejo de Ministros del 21 de julio de 1932 se estableciese un periodo de dos años durante el cual debía reglamentarse este deporte y se habían de establecer Federaciones Regionales dentro de una Confederación, con un Comité Mixto encargado de resolver los conflictos entre mensajeristas y «laudinistas». Según lo acordado, los aficionados de Murcia, Alicante, Valencia y Castellón crearon la Federación Regional de Sociedades Colombicultoras de Palomos Buchones de la Región de Levante, disolviendo la anterior Federación Colombófila Valenciana, y en un Pleno Nacional de Presidentes celebrado el 8 de enero de 1933 se constituyeron cada una de las Federaciones Regionales que habían de ordenar el deporte en cada circunscripción. De allí surgieron las Juntas de Gobierno de las Federaciones, elevándose al Ministerio de Gobernación los Reglamentos para su sanción oficial dentro de la constituida «Confederación Española de Sociedades». El 24 de febrero de 1933 el Ministerio los aprobó por un año; posteriormente, el 2 de agosto de 1934 fueron aprobados definitivamente por decreto del Presidente de la República don Niceto Alcalá Zamora. Más adelante, el 17 de abril de 1936, el Ministerio de la Guerra dictó un decreto para reorganizar la Federación Colombófila Española de Palomas Mensajeras con el fin de establecer, de acuerdo con la Confederación Española de Sociedades de Palomas Buchonas, un reglamento eficiente para la misma. El inicio de la Guerra Civil impidió que esta empresa llegase a buen término.

Una vez acabada la guerra civil, la colombicultura se constituye en deporte oficial amparada por la Ley de Asociaciones y se produce su adhesión a las Delegaciones Provinciales de Deportes de F.E.T. y de las J.O.N.S. Con fecha 24 de noviembre de 1944, la organización de colombicultores pasa a formar parte de la Delegación Nacional de Deportes, quedando así constituida la Federación Española de Colombicultura, cuya Junta de Gobierno estaba compuesta por don Ramón Fontelles Barres, don Ramón Torró, don José Jimeno, don Eduardo Uhden, don Antonio Navarro y Don Gerardo Piera. El 15 de junio de 1945 se publica el estatuto de la Organización Nacional de Deportes y se impone el anillaje de pichones con la correspondiente chapa; asimismo se instaura la figura del Inspector de Palomos. De las 228 sociedades existentes en 1932 se había pasado a un número próximo a las 400, constituidas en 8 Federaciones Regionales.

A partir de este momento, el auge de la colombicultura va en aumento y se crean los Campeonatos Nacionales, cuyo antecedente es el 1er Concurso Interprovincial, que se celebra en Oliva el 10 de junio de 1945 con la participación de ejemplares de Albacete, Madrid, Teruel y Valencia. El primer Campeonato Nacional tiene lugar en Cullera al año siguiente (5 de mayo de 1946). En 1962 se celebra en Paiporta el primer Campeonato Internacional. Al principio estos campeonatos se convocaban cada cuatro años; más adelante pasaron a tener carácter trienal.

Durante la posguerra, Murcia no cuenta con federación propia, sino que se rige por comités provinciales de los que no se tienen datos fiables hasta 1947. Ese año es Presidente del Comité don Jerónimo Bautista Hernández, que desempeña el cargo hasta 1951, año en que es relevado por don Ricardo Pla Cárceles, quien ocupa la presidencia hasta 1953 y, al parecer, gestiona la constitución de la Federación Murciana, solicitada al mismo tiempo que la Alicantina, el 16 de noviembre de 1952.

Murcia es Federación Provincial desde el 16 de enero de 1953. Su primer presidente fue don Guillermo Vinader Mazón, que la dirigió hasta abril de 1957 y bajo cuyo mandato se celebró el primer campeonato provincial, en marzo de 1953.

A Vinader Mazón le sucedió en el cargo don Miguel López Mancebo, que ocupó la presidencia hasta 1961. Este segundo presidente hizo una gran labor en la eliminación de palomares clandestinos y en 1961 organizó en Jumilla el IV Nacional Juvenil.

Tras la dimisión de López Mancebo se produce un vacío de poder en la Federación Murciana, de la que pasa a hacerse cargo una gestora dirigida por Don Antonio Rueda «el botero». Posteriormente, se nombra presidente a don Francisco Martínez Ladrón de Guevara, que fue también vocal de la Federación Española, que interesó a la prensa y la radio de la región en los temas colombicultores, fomentó la colombicultura en todos los ámbitos y propuso a Murcia como sede de la Federación Internacional de Colombicultura.

A don Francisco Martínez Ladrón de Guevara le sucede en el cargo, en 1967, don José Doval Amarelle, que destacó por la requisación de palomos sin anilla (más de 3 000) y por el impulso de los concursos comarcales, clasificatorios para el provincial. Bajo su presidencia, de la que dimitió en septiembre de 1971 por motivos de salud, se celebraron el Campeonato Bodas de Plata de la Federación Española (1970) y el Campeonato Nacional (Archena 1971).

A continuación toma posesión del cargo de presidente Don José Bejarano García, militar que favorecido por su profesión incrementó los servicios de inspección. Fue importante su labor de saneamiento de la economía de la federación. El mandato de Bejarano fue breve, pues falleció repentinamente y fue sucedido en el cargo por el que hasta el momento había sido su hombre de confianza y vicepresidente de la Federación, Don Gerardo Barberán Godines.

En diciembre de 1972 tomó el relevo don José Antonio Asensio Girón, que fue presidente durante 16 años, en los que hizo una gran labor. Realizó importantes gestiones en la Federación Española, si bien no consiguió lo que pretendía, pues como él bien decía, la mayoría de los votos estaban en Valencia y las minorías nada podían hacer para cambiar un sistema que él no compartía. Durante su mandato se celebró el Campeonato Nacional en la Manga del Mar Menor. Dejó el cargo a finales de 1988.

El 2 de mayo de 1988 fue elegido presidente don Antonio Abad Guillén, que se mantuvo en el cargo hasta 1992. Don Antonio fomentó las competiciones oficiales y obtuvo una buena respuesta por parte de la afición, que cubrió todas las plazas de los comarcales. Rápidamente aumentó el número de licencias, se saneó la economía y se logró que Murcia presentase la imagen que se merece en el ámbito nacional.

El 29 de mayo de 1992 es elegido presidente de la Federación de Colombicultura de la Región de Murcia don Jerónimo Molina García, que la ha dirigido procurando mantener unida a la afición, sirviendo a la colombicultura e intentando continuar la obra de su predecesor. Durante su mandato se ha construido la actual sede de la Federación, orgullo de la colombicultura murciana, y se ha conseguido, con su talante conciliador, la unidad de la afición y el acercamiento de posturas entre las federaciones valenciana y murciana (máximas potencias en este deporte), que no siempre han coincidido en sus planteamientos de cómo ha de regirse la colombicultura nacional. Desde 1994 ocupa el cargo de vicepresidente de la Federación Española de Colombicultura.

Los hechos referidos en este resumen hacen referencia al desarrollo de la colombicultura en la capital murciana, por ser en esta ciudad donde más documentos se han conservado al respecto. Es de suponer que en el resto de la Comunidad la afición a los palomos ha seguido una evolución paralela a la de su capital y, desde la creación de la Federación Provincial, al amparo de ésta.

En el año 2002, la Federación de Colombicultura de la Región de Murcia cuenta con 3.315 licencias, repartidas en 121 Sociedades.
En este año se organizaron 36 Concursos Comarcales, 6 Intercomarcales y un Campeonato Regional, además del Concurso Especial «Tico Medina».

BIBLIOGRAFÍA

Federación Provincial de Colombicultura: Apuntes a la Historia de la Colombicultura Murciana, Imprenta Nogués, Murcia, 1964.

César Díez Crespo: La Paloma Deportiva, Colección Temas, españoles nº 362, Publicaciones Españolas, Serrano, 23. Madrid 1958.

Federación Española de Colombicultura, Federación Murciana de Colombicultura, Región de Murcia, Consejería de Presidencia, Dirección General de Deportes, Exmo. Ayuntamiento de Librilla, Programa del IL Campeonato de España de Palomos Deportivos. Copa Su Majestad El Rey 2000.

Alberto Guillamón Salcedo, Manuel Gea Rovira, Dimas Ortega López, Relatos de Colombicultura y Otras Historias, Federación Regional Murciana de Colombicultura. Mayo 1995.